Atentamente: El Salvador. Después de un sube y baja en el precio del bitcóin por los cambios de opinión de Elon Musk, Nayib Bukele le acaba de dar un impulso al convertir a El Salvador en el primer país del mundo en reconocerla como moneda de curso legal. Crearán una nueva infraestructura financiera de la mano de Strike, una empresa tecnológica que le brega a transferencias de criptomonedas. Ahora, el bitcóin (solo esa, ninguna otra) podrá ser usado para cualquier transacción y a cualquier título, y todo el que venda algo deberá aceptarla como forma de pago. La tasa de cambio entre el bitcóin y el dólar –que es la moneda oficial de El Salvador– la determinará libremente el mercado.
Nayib había avisado que venía con eso en la conferencia Bitcoin 2021, el fin de semana pasado, y el Parlamento lo aprobó ayer sin muchos problemas. El presidente dice que eso generará empleos y le hará la vida más fácil a los salvadoreños que no tienen ni siquiera cuenta de banco, que son como el 70% de la población, porque podrán recibir remesas sin necesidad de una empresa intermediaria. Las remesas son como una quinta parte del Producto Interno Bruto de El Salvador.
Los opositores y algunos economistas entienden que es una locura, pero el presidente está tranquilo porque la ley «es sencilla y está bien estructurada». El tiempo dirá cómo les va, pero mientras tanto esto es una patada de empuje para la imagen de bitcóin como «la moneda del futuro». Solo el anuncio de esta movida subió el valor del bitcóin en un 12% de un tiro.
