Por Luís Aniano Adames-
Articulista.
Las Terrenas, R.D: Actualmente, Luis Abinader, Presidente de la República, y su equipo económico, pretenden hacer una Reforma Tributaria con el objetivo de aumentar la presión tributaria a 19%, algo riesgoso e imposible en medio de una pandemia y una crisis económica que está azotando al mundo.
Una reforma tributaria implica aumentar los impuestos más de lo que está y grabar aquellos artículos que no están grabados, eso es una reforma tributaria. Sin embargo, lo que demanda es una reforma fiscal integral, no tributaria que no es lo mismo, a pesar que no hay condiciones para ningunas.
La economía dominicana en la actualidad tiene un déficit fiscal de un 7.7% del PIB, cuando antes de la pandemia estaba 3% del PIB, su objetivo debería ser quitar el estado de excepción y dejar que la economía fluya, a pesar que nuestra economía de servicios está estancada, no podrá llegar a los niveles antes de la pandemia hasta que en Europa y Estados Unidos la pandemia ceda.
O sea, primero es llevar la economía como estaba antes a un crecimiento de 5,5% del PIB, luego, pensar en una reforma fiscal integral, no se puede hacer una reforma tributaria habiendo una contracción del PIB en nuestra economía, sería catastrófico y provocaría una estallido social en el país o, mejor dicho un tsunami en medio de una pandemia.
Según datos estadísticos, la economía informal es un 52%, y la formal es un 48%, su objetivo principal debe ser atacar la informalidad para percibir recursos. Es decir, organizar esa informalidad, bajar la evasión de 43% del PIB de Impuesto Sobre la Renta (IR-2) e Impuestos a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS/IVA), eso permitirá aumentar la presión tributaria que ronda el 10% del PIB cuando ante de la pandemia era 14.05.
Otra forma de aumentar la presión tributaria sin tener que aumentar impuestos, es bajar el gasto tributario de RD$217,000 millones a RD$150,000, puede recuperar RD$67,000 millones, con esa medida baja el déficit fiscal de 7.7% del PIB.
Seria riesgoso para el país hacer una reforma tributaria con una inflación subyacente en la actualidad, la subida de los precios es constante, con un petróleo a US$67, los insumos en el cielo a nivel internacional que está afectando la actividad económica, un tipo de cambio a RD$57 por 1 dólar y una balanza de pago negativa frenada por la importación.
El presidente Luis Abinader no tiene más alternativa que endeudarse y mejorar la calidad del gasto, invertir en gastos de capital más que en gastos sociales, eso va a reactivar la economía, y abrir la economía en su totalidad, quitar el estado de excepción y acelerar la vacuna, vacunar a la población, no importa lo que se gaste en esa inversión social.
El presidente Luis Abinader tendrá que enfrentar situación muy difícil al final del 2021 y 2022, se vencen bonos soberanos en los mercados de capitales y debe pagar el capital de esas emisiones, el país no está produciendo ni tiene la suficiente reservas para cubrir esas deudas, la única forma de paliar es vender activos del estado o seguir pagando deuda contra deuda, de lo contrario, el país podría caer en un estado de default, o quiebra.
La crisis económica es para tomar decisiones coherentes y sabias, no para crear turbulencia y desconfianza en los actores económicos, sobre todo, en los sectores más vulnerables que es la población.